El Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña explica que “los perros también pueden resfriarse o coger un catarro y si no se atienden a tiempo con atención veterinaria, también puede acabar en una bronconeumonía”. Por eso, es importante saber cómo prevenir un resfriado en perros y atender a los síntomas tan pronto como aparezca para ponerles solución.
Según dicho Consejo, es importante no confundir un resfriado en perros de un caso de gripe canina. La gripe viene provocada por un virus y “no está motivada por las inclemencias o el cambio del tiempo, como los resfriados”.
Los síntomas de un resfriado en perros se parecen mucho a los que sufrimos los humanos. Es normal que manifiesten “estornudos, tos, secreciones oculares, pérdida de apetito y dificultades respiratorias”. Además de falta de interés por el juego y cansancio.
Tomarle la temperatura a nuestro perro es muy importante, ya que la fiebre es otro síntoma posible de un resfriado. Para esto, hay que tener un termómetro especial para la vía rectal. Si marca 39ºC hay que llevarlo al veterinario y la situación se vuelve de extrema urgencia si supera los 41ºC.
Lo mejor es que con cualquier sospecha de resfriado (incluso aunque no tenga fiebre), llevar a tu perro al veterinario. Allí le darán una medicación adecuada a su caso. Además, como en el ser humano, se recomienda que guarde reposo y que beba mucha agua. También se sugieren los paseos, pero evitando las horas del día más frías o abrigándole bien, y lo más importante, darles muchos mimos y cariño. Ellos se encuentran mal y no saben lo que les pasa, por eso consolarles en una buena medicina.
Como todas las enfermedades, lo mejor es prevenir. Para ello hay que evitar los cambios de temperatura y las corrientes de aire, mantenerlos limpios y secos, llevar las vacunas al día.