¿Problemas de conducta en tu perro? La solución puede estar en su comida

Según un estudio publicado en Scientific Reports, los problemas de comportamiento y la ansiedad pueden ser comunes en todas las razas de perro. Los investigadores analizaron 13.700 perros y descubrieron que el 72,5 % mostró al menos una conducta problemática, como el miedo o la agresión.

Si tu perro tiene problemas de comportamiento, ¿sabías que lo primero que te va a recomendar un etólogo es que revises su dieta? Aunque no lo creas, lo que come podría ser una de las razones detrás de su comportamiento.

¿Cómo influye la alimentación en el comportamiento del perro?

Al igual que un coche no puede funcionar sin combustible, cualquier ser viviente necesita energía para moverse. La comida que ingerimos influye directamente en cada célula y proceso metabólico de nuestro cuerpo, es nuestra energía. Lo mismo pasa en los perros, su cerebro y sistema nervioso necesitan nutrientes específicos para funcionar correctamente.

El cerebro es el centro de control del perro, procesa la información sensorial, toma decisiones y coordina todas las funciones y actividades del cuerpo a través de redes de neuronas, las células nerviosas que se comunican entre sí mediante señales químicas y eléctricas. Si estas conexiones neuronales no funcionan de manera óptima, las redes se ven afectadas, lo que puede alterar el comportamiento del animal.

Es importante entender que el comportamiento de un perro es el resultado directo de la actividad en su cerebro y sistema nervioso central, pero la alimentación no solo afecta los neurotransmisores, sino también a las hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol. Una dieta desequilibrada, además de afectar a las funciones cerebrales, también puede aumentar los niveles de cortisol, lo que lleva a comportamientos ansiosos y reacciones exageradas.

Nutrientes clave que hay que tener en cuenta

El triptófano:

Es un aminoácido esencial necesario para la producción de serotonina, el neurotransmisor conocido como “la hormona de la felicidad”. El triptófano está involucrado en el estado de ánimo de los animales, ya que la serotonina regula el estrés, la ansiedad, el sueño y el definitiva su comportamiento.

Se ha demostrado que la falta de triptófano en la dieta de los perros puede estar relacionada con comportamientos ansiosos o agresivos. Un estudio llevado a cabo en 2009 por la Universidad de Wageningen analizó, entre otras cosas, los efectos de una dieta rica en triptófano y con bajo contenido de proteínas. Los resultados mostraron una mejora notable en el comportamiento, incluyendo una disminución en las conductas agresivas asociadas a la marcación territorial. Además, esta dieta también favoreció una mayor estabilidad emocional en situaciones de miedo, mejoró el apego y la atención, y redujo la sensibilidad al dolor.

Ácidos grasos omega-3:

Los omega-3, especialmente el DHA (ácido docosahexaenoico) y el EPA (ácido eicosapentaenoico), son componentes esenciales para las membranas celulares del cerebro. Ayudan a mantener la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y formar nuevas conexiones neuronales. Una dieta suplementada con omega-3 favorece la salud y la movilidad de las articulaciones, proporciona un pelaje y una piel brillantes y mejora la salud del corazón.

Además, se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 en perros favorecen la producción de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y el comportamiento, ayudando a los perros a mantener un estado equilibrado y relajado, por lo que no sólo son beneficiosos para la salud física, sino que tienen un impacto positivo en el estado emocional del perro.

Vitaminas y antioxidantes:

Dentro de los nutrientes esenciales podemos destacar la vitamina B, que ayuda a regular la energía y por lo tanto puede mejorar la salud mental, y los antioxidantes, también el selenio y los carotenoides, que actúan neutralizando los radicales libres que pueden dañar las células cerebrales. Este daño oxidativo se ha asociado con problemas cognitivos y emocionales, incluyendo una mayor irritabilidad, menor capacidad de aprendizaje y comportamientos ansiosos en los perros.

Proteinas de alta calidad:

Las proteínas de alta calidad son esenciales para la producción de neurotransmisores y el mantenimiento de la salud cerebral. Al elegir alimentos ricos en proteínas, es recomendable optar por fuentes de origen animal, ya que estos contienen todos los aminoácidos esenciales que el cerebro necesita para funcionar de manera óptima.

Otros factores a tener en cuenta

La forma de comer de tu perro también puede influir en su comportamiento. Se ha demostrado que darle varias tomas a lo largo del día, en lugar de una sola comida grande, ayuda a regular su nivel de energía y reduce los picos de glucosa que pueden generar hiperactividad o comportamientos impulsivos. Esta práctica también puede mejorar la digestión y hacer que se sientan más satisfechos y equilibrados emocionalmente durante todo el día.

¡Vigila sus heces! Un desequilibrio en la flora intestinal, debido a una mala alimentación o al estrés, puede contribuir a comportamientos negativos como la ansiedad o la agresividad. Cuando un perro tiene problemas de comportamiento, algunos signos son muy evidentes, pero otros pueden pasar desapercibidos, por eso es importante que nos fijemos en sus cacas. Si un perro defeca constantemente y sus cacas nunca son normales, puede tener problemas de ansiedad (una vez descartado causas como parásitos, alergias…). Ten en cuenta que el estrés altera la microbiota natural del perro y puede provocar diarrea.

Los alimentos naturales y frescos siempre van a ser una mejor opción para alimentar a tus mascotas, antes que los ultraprocesados. Además de ofrecerles una alimentación más variada y sabrosa, una dieta natural (ya sea cocinada o cruda) aporta mayores niveles de serotonina y dopamina, lo que mejora el estado de ánimo de tu perro, reduciendo el estrés.

Ten en cuenta que la alimentación es solo una pauta más a cuidar en el bienestar de nuestras mascotas. Cubrir sus necesidades básicas como los paseos, el ejercicio, el enriquecimiento ambiental incluso cuidar de un buen descanso, además de una buena alimentación, serán fundamentales para que tu perro esté feliz.

Si aun cuidando todas estas pautas, tienes problemas de comportamiento con tu perro, lo mejor es que consultes con expertos como etólogos veterinarios o educadores caninos que te guíen ante los síntomas y problemas que tenga tu peludo.

Fuente: Purina Institute, Animal’s Helth, All Pet food, Bio Tech Megazine & News.

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