La hipertensión felina es una enfermedad que puede pasar desapercibida, pero que afecta a un número importante de gatos, especialmente a los mayores de 7 años. A diferencia de otras enfermedades más visibles, la hipertensión en los gatos rara vez muestra síntomas evidentes en sus primeras etapas, lo que la convierte en un enemigo invisible. Si no se detecta a tiempo, puede derivar en complicaciones graves, como daño renal irreversible, problemas cardíacos o pérdida de visión. Por ello, la detección temprana y los controles veterinarios regulares son fundamentales para proteger su salud y bienestar.
Con el objetivo de concienciar a los dueños de gatos y profesionales del sector, Ceva Salud Animal ha lanzado la campaña “Tenemos que hablar de hipertensión felina”. Esta iniciativa educativa busca informar sobre la importancia del diagnóstico precoz y el manejo adecuado de la enfermedad. A través de charlas, materiales divulgativos y colaboración con veterinarios, la campaña pretende que los cuidadores comprendan los riesgos y sepan identificar signos que, aunque sutiles, pueden indicar que su gato necesita atención médica.
Los gatos son expertos en ocultar el dolor. Un cambio mínimo en su comportamiento, como comer menos, beber más agua, mostrarse más nervioso o dormir en lugares inusuales, puede ser un indicio de que algo no va bien. Por eso, aprender a observar y comprender a tu gato es una herramienta tan valiosa como la atención veterinaria. La educación de los propietarios juega un papel clave, y campañas como la de Ceva ayudan a difundir ese conocimiento de manera clara y práctica.
Además de la detección, el manejo de la hipertensión felina implica cuidados continuos y seguimiento de los tratamientos prescritos por el veterinario. Medicación, control dietético y revisiones periódicas forman parte de un plan integral para garantizar la calidad de vida del gato. Comprender estos procesos permite a los cuidadores involucrarse activamente en la salud de sus animales y prevenir complicaciones mayores, demostrando que la atención responsable es un acto de amor y compromiso.





