El concepto de `estrés` como tal es bastante complejo. Algunos utilizan la palabra estrés para designar la causa (estímulo o agresión) y otros para definir la respuesta de adaptación del individuo o sus efectos perjudiciales sobre la salud. Pero lo que es cierto, es que el estrés forma parte de la vida y puede ser perjudicial si la intensidad del estímulo es muy alta o la duración es muy larga. En ese caso, el estrés se convierte en crónico y conlleva a una pérdida de bienestar del animal.
Existen 2 tipos de estrés: uno bueno y otro malo:
- EUSTRÉS: es el estrés positivo. Es el nivel de estrés controlado por el perro, gato, persona… El individuo está estimulado para reaccionar ante el estresor, preparándole para una función óptima. Este estrés está asociado a experiencias agradables y satisfactorias.
- DISTRÉS: es el estrés negativo. Ocurre cuando el estímulo o situación que produce estrés en el individuo es muy intenso o tiene lugar durante un tiempo prolongado. Empieza a privar al cuerpo de recursos necesarios y produce ansiedad o angustia. Desencadena en el perro, gato, persona… un desequilibrio fisiológico y psicológico, y puede dar lugar a problemas de conducta y generar enfermedades. Está asociado a experiencias desagradables
¿Qué produce estrés en nuestros perros o gatos?
Puede producirse por distintas circunstancias:
- Sobreestimulación o saturación
Cuando se expone al animal a más factores de estrés de los que es capaz de aguantar, se produce la saturación. Esta fase puede comenzar como un simple juego, pero llevado al límite o en exceso, acaba estresando al animal. Cuando esto ocurre a largo plazo, la glándula suprarrenal se agranda y produce más hormonas del estrés.
- Infraestimulación
Suele darse en los perros que se aburren porque no tienen prácticamente nada que hacer la mayor parte del día. Tanto la sobreestimulación como la infraestimulación generan estrés.
Hoy en día, los perros no emplean tiempo en buscar, localizar y cazar a su presa para comer. Reciben la comida en su plato, que devoran en menos de un minuto. Los paseos muchas veces son aburridos y demasiado cortos para ellos.
Los perros necesitan ser estimulados:
- A nivel sensorial: visual, olfativa, auditiva y táctil
- A nivel cognitivo: resolución de problemas, seguir un rastro, búsqueda de
objetos o personas - A nivel social: los perros son animales sociales que necesitan estar acompañados,
sentirse seguros y tener contacto físico con su especie y con los humanos - A nivel físico: los perros necesitan realizar una media de hora y media a dos horas
de paseo todos los días.
- A nivel sensorial: visual, olfativa, auditiva y táctil
- Inseguridad
Los animales que han tenido experiencias tempranas negativas, suelen convertirse en perros o gatos inseguros. La educación incoherente en los perros produce también inseguridad. Los perros que viven en un ambiente donde lo único que pueden hacer es obedecer órdenes, recibir castigo si no las acatan y no tienen control alguno sobre sus vidas, presentan niveles de estrés más altos.
- Dolor
El dolor es la causa más frecuente de los problemas de comportamiento en perros y gatos. Por desgracia, en muchas ocasiones las señales de dolor que muestran son tan sutiles, que las familias no son capaces de entenderlas. Por eso, lo primero que hay que hacer ante cualquier problema de comportamiento, es descartar (mediante tu veterinario) que el animal tenga algún problema orgánico que le genere dolor, y por tanto estrés.
- Shock
La reacción de estrés agudo o shock es una sobrecarga repentina y completa del sistema nervioso. Además de los cambios de comportamiento (inquietud, miedo, ansiedad, irritabilidad o agresividad), se producen cambios hormonales.
Los animales que han sufrido un shock (por ejemplo, les han pegado una paliza) suelen estar tensos, nerviosos y estresados. Están pendientes constantemente de su entorno, se sobresaltan con cualquier ruido (hipersensibilidad auditiva) y no son capaces de concentrarse en ninguna tarea por mucho tiempo. Suelen anticipar experiencias desagradables en lugares nuevos.Los traumas en cachorros tienen consecuencias muy graves, produciendo un cambio en su personalidad y en su comportamiento de por vida. En cambio, los traumas en adultos probablemente afectarán sólo a lo que les ocasionó el shock.
El estrés y las enfermedades
El estrés patológico está relacionado con la aparición de algunas enfermedades, por ejemplo suele producir problemas dermatológicos.
El estrés crónico también afecta al sistema inmunitario. Cuando el cerebro interpreta una situación como estresante, las glándulas suprarrenales liberan adrenalina y cortisol. Si hay niveles altos de cortisol en sangre, provoca una serie de cambios en los leucocitos, encargados de luchar contra enfermedades potenciales. También puede frenar la producción y acción de las citoquinas, encargadas de iniciar la respuesta inmunológica.
¿Cómo saber qué nivel de estrés tiene mi perro o gato?
Cuando un animal sufre estrés se producen dos tipos de cambios en su cuerpo:
- Cambios fisiológicos: Son los cambios internos (sobre todo neuroendocrinos). Se puede medir por el nivel de cortisol como respuesta ante ese estrés. Se puede tomar en sangre, saliva, pelo, orina o heces.
- Cambios conductuales: Son los reflejados a través del lenguaje corporal. El estrés que sufre nuestro animal le llega a producir cambios en su conducta, su comportamiento. Para valorar este parámetro, hay que observar su estado emocional y sus consecuencias (cómo actúa nuestro perro o gato). Las conductas más frecuentes por un alto nivel de estrés son la reactividad, hiperactividad, impaciencia, problemas gastrointestinales…
Es importante conocer cuáles son las señales de estrés en perros y gatos para que podamos distinguir cuándo está pasando por una situación de estrés, que para nosotros puede ser imperceptible si no prestamos atención a su lenguaje corporal.
¿Cómo manejar el estrés?
- Prevención: La prevención de problemas de comportamiento comienza antes del nacimiento, evitando el estrés en la madre gestante. El estrés en las etapas tempranas del desarrollo puede hacer hiperactiva a la amígdala del cachorro, y por ello puede ser más vulnerable al estrés. Durante el periodo de socialización, tanto en perros como en gatos, es importante proporcionar un ambiente apropiado de estímulos para el desarrollo adecuado.
- Controla su salud: Si nuestro perro o gato sufre de dolor, intervienen distintas estructuras nerviosas directamente involucradas en la respuesta del estrés. Por eso, hacer chequeos anualmente y controlar su salud física es fundamental para evitar que tenga estrés.
- Enriquecimiento ambiental: Proporcionar estímulos ambientales suficientes para entretener tanto física como mentalmente a nuestro perro o gato, mejorará su calidad de vida aumentando la capacidad de control del individuo sobre las situaciones o estímulos estresantes.
- Estimulación física: mordedores en perros, rascadores en gatos…
- Estimulación mental: juegos que permitan concentrarse (sin llegar a la frustración), ejercicios de olfato, entrenamiento de equilibrio (propiocepción)…
Esto incluye proporcionar a nuestros animales un ambiente seguro y tranquilo.
AQUÍ te hablamos sobre las alfombras olfativas.
4. Modificación de la conducta: Consiste en la presentación gradual de los estímulos estresantes con el fin de favorecer la habituación a los mismos, asociándolos con estímulos positivos.
5. Terapias biológicas: El uso de terapias biológicas supone la intervención más inmediata sobre el manejo del problema, pues actúa directamente sobre la neurofisiología del comportamiento del animal tratado. El uso exclusivo de estas terapias no ayudará a erradicar un problema de conducta, pero sí a reducir el nivel de estrés en nuestros animales para que sean más receptivos a la hora de, por ejemplo, trabajar la modificación de la conducta.
Tipos de terapias biológicas:
- Feromonas
- Nutracéuticos
- Psicofármacos
6. Otros consejos:
- Eliminar situaciones de estrés, como la sobrestimulación (ejercicio por más de 3 horas), infraestimulación (falta de compañía o más de 20 horas de inactividad). También es desaconsejable los gritos, sonidos altos, tumultos de gente…
- Mejorar el vínculo: Mediante juegos, paseos enriquecedores, masajes…
- Paseos enriquecedores: que pueda oler, decidir el camino, explorar…
- Cuidar su alimentación: Una dieta desequilibrada, insuficiente o con déficit en algún nutriente es un factor de estrés.
AQUÍ te hablamos sobre los tipos de dietas caseras, sus beneficios y contraindicaciones.
Fuente: “Estrés, ansiedad y agresividad en perros”, Anders Hallgren. “Dog behaviour, evolution, and cognition”, Ádám Miklósi. “Neuropsicología canina”, James O ́Heare.
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