Medios de comunicación junto con las redes sociales, han hecho viral una noticia sobre “un nuevo virus que transforma a las palomas en zombies”. Después de haber pasado una pandemia mundial, estos titulares lo único que consiguen es alarmar a la población que no se informa y sobre todo estigmatizando a las palomas todavía más.
Este virus tiene nombre: Paramixovirus (PMV) o enfermedad de Newcastle y afecta tanto a aves domésticas como salvajes. Fue descubierta en 1926 en Inglaterra (más específicamente de donde le pusieron el nombre), por lo que NO es un virus nuevo. Lleva estudiándose en palomas desde los años 80 y actualmente circula por todo el mundo. Por ejemplo, se calcula que solo en Madrid, el 30% de la población de palomas bravías son portadoras.

Paloma rescatada en Madrid en diciembre de 2019
Se transmite entre aves (si una está infectada) por contacto directo a través de fluidos corporales, como las heces, pero es improbable que se transmita a las personas. El porcentaje es tan bajo que no supone ningún riesgo para la salud pública, ya que si se diera el caso y alguien se contagiara (por ejemplo, por chuparse los dedos después de tocar las haces de una paloma enferma – ¿quién hace eso?-), solo produciría una leve conjuntivitis. Es fundamental una buena higiene, como lavarse las manos, al igual que haríamos si tratamos con cualquier animal o persona enferma.
Los síntomas son muy llamativos porque afecta al sistema nervioso central, produciéndoles pérdida del equilibrio, ladeo de cabeza e imposibilidad de volar, entre otros síntomas. Las palomas con paramixovirus pueden superar la enfermedad con el tratamiento adecuado, pero hay que ayudarlas. Las principales muertes son por desnutrición, debilidad ante parásitos externos y el ataque de depredadores por la imposibilidad de huir. Una vez se recuperan, dejan de contagiar la enfermedad.
Es importante no contribuir a expandir noticias sensacionalistas para difundir miedos innecesarios. Hay que proteger a estas aves para que vivan lo mejor posible (que suficiente tienen ya sobreviviendo en grandes ciudades).
Si ves una paloma enferma, por favor, no mires para otro lado y ayúdala. Tan solo tienes que cogerla y llevarla a un veterinario de exóticos. Allí te indicarán qué tienes que hacer y el tratamiento a seguir.